Un estilo particular…
Por Jesús Antonio Dyke García
‘’PADRE, PADRE dígame que le han hecho al RIO que ya no canta, que resbala como esos peces que murieron bajo un palmo de espuma blanca.
“Padre el RIO ya no es el RIO, antes de que llegue el verano esconda usted todo lo que encuentre vivo.
“¿Qué le han hecho al bosque Padre que no hay un árbol? ¿Con qué leña encenderemos fuego y en que sombra nos cobijaremos si el bosque ya no es el bosque?
“Antes de que se haga obscuro, guarde usted un poco de vida en la despensa, porque sin leña y sin peces, tendremos que quemar la barca, tendremos que arar sobre las ruinas y cerrar la puerta de la casa con muchas llaves.
“Y usted nos dice Padre, que si ahí piños hay piñones, que si hay flores, hay abejas, y cera, y miel.
“Pero el campo ya no es ese campo, alguien anda pintando el cielo de rojo y anunciando lluvia de sangre, alguien que ronda por ahí Padre, son monstruos de carne con gusanos de fierro.
“Asómese y les dice, que usted nos tiene a nosotros, y les dice, que nosotros no tenemos miedo Padre.
“Pero asómese porque son ellos los que están matando la tierra. Padre deje usted de llorar que nos han declarado la guerra.
“Con mucha amargura, y un tanto también de vergüenza, yo quiero dedicar a esos canallas, que queman nuestros bosques, ensucian nuestras aguas, envenenan nuestros alimentos y se enriquecen con las miserias ajenas’’ (Serrat, poema “Pare”)
Las compañías como último fin tienen el de generar políticas que protejan el ambiente, en tanto que la prioridad es generar ganancias… bajo ese principio contaminan nuestro medio ambiente, se acaban la flora y la fauna y destruyen los ecosistemas.
Mientras que en los medios de comunicación se enaltece sus posturas y su capacidad de generar bienestar.
Distintos grupos mineros, petroleros y varios sectores de la economía local, contaminan y gastan cantidades inmensas de agua, y las administraciones actuales se hacen de la vista gorda ante acontecimientos de esta índole.
¡Pero vaya!, mi inquietud como joven me lleva a arrojar conjeturas y me hace creer que la humanidad sigue buscando la destrucción del ambiente.
No queda mucho que explicar, es sencillo, la historia de hace más de tres siglos (el origen del capitalismo) ha sido de destrucción, un nuevo sistema remplazó a otro en base a una premisa: La ganancia mediante la explotación humana – así fue en el usufructo de la naturaleza.
En el siglo XXI se tienen que reconsiderar muchos aspectos de lo que hacemos como sociedad, y dejar de lado lo individual. Además de recordar que vivimos en un planeta que día tras día nos pide un respiro.
Es un escenario bastante catastrófico, pero entre más industrias generamos, más aceleramos este proceso de contaminación. Creo, es mi opinión, que el planeta como una gran fábrica nos terminará por desechar.
Twitter @JesusDyke5
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