OPINIÓN…
Por: Roberto Dyke Rivera
Si algo se reconoce, de inmediato, en las declaraciones de Claudia Pavlovich al “Tragaluz” del periódico “Milenio” fue su honestidad política… con todo y los riesgos que eso conlleva.
Reitera lo sabido, su inevitable “beltronismo”, y lo hace en un momento determinante, crucial – quizá parteaguas – en la vida política nacional.
Cuando el país tiene un presidente de la República – Enrique Peña Nieto — diezmado por la crítica, “doblado” por la pésima percepción de su mandato.
Cuando la imagen del PRI es llevada “entre las patas” por la imagen presidencial.
En un país donde la inmensa mayoría está integrada por la clase pobre… y donde las reformas estructurales de Peña no encuentran asidero de éxito…
… cuando el Banco de México protege a los grandes capitales – muchos de ellos especuladores – elevando las tasas de interés… y no se premia a la inversión, no se estimula; antes bien, se le frena al encarecer el crédito.
Y cuando el PRI – en este momento – aparece como la tercera fuerza política nacional en el instinto del potencial electorado… abajo del PAN, debajo de Andrés Manuel López Obrador (de Morena, quien sabe… como partido, Morena luce triste y desorganizada)
EL NECESARIO “BELTRONISMO” …
En este escenario, es cuando Claudia Pavlovich (la política) reitera su agradecimiento a Manlio Fabio Beltrones (clave en su carrera), y envía una fuerte señal de la solidez de este grupo al que, ella, pertenece.
Lo anterior, ante la presencia de un PRI nacional desdibujado, con la existencia de grupos de presión (de priístas) inconformes con las políticas del grupo en el poder…
… y ante este escenario de debilidad institucional para imponer candidato, Claudia Pavlovich envía un fuerte mensaje de su pertenencia a un equipo político que tiene presencia a lo largo y ancho del país: “El beltronismo” …
… para que no haya dudas… digo, por su acaso alguien las tenía… o, ciega u oportunistamente dice tenerlas.
Como gobernadora, Claudia Pavlovich le rinde cuentas a Sonora… y lo hace bien. Y esto se refleja en el alto porcentaje de aceptación de la gente.
Y como política, es leal con su grupo… jamás busquen deslealtades en la señora Pavlovich.
Por eso fue tajante a la pregunta del periodista Fernando del Collado:
–¿Y si se va Beltrones a Morena, usted lo seguiría?
–Que buena pregunta, pero no. Beltrones no se va a Morena. Es un hombre brillante, es un estadista a quien le debo mucho respeto y cariño, a él y a su familia.
La siguiente pregunta era obvia:
–Y eso que lo escuche Ochoa Reza (Enrique, el dirigente del PRI nacional)
Por cuya respuesta, firme y honesta, el periodista no ocupó ir muy lejos, al responder Claudia Pavlovich:
–Sí, claro, ¡por supuesto! Él lo sabe, el presidente (del PRI) Enrique Ochoa.
LAS EXPECTATIVAS DEL “BELTRONISMO”
De innegable fuerza en Sonora y en el país, la red política de Manlio Fabio ha crecido y se ha sostenido.
De hecho, un numeroso grupo de personajes que han sido relevantes en la política nacional y en el priísmo, no han ocultado su interés de que presione para convertirse en candidato a la Presidencia de la República.
Aunque no creo que esta presión logre penetrar el cerrado círculo presidencial que ya parece elegir al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong como el próximo candidato del PRI… hay dos escenarios, igual de interesantes que considerar.
El Primero: Si Manlio – quien no tarda en “auto destaparse” – resultara eventual candidato presidencial, esto no es garantía de triunfo de un PRI dividido y sumamente afectado por las políticas públicas del actual sexenio.
Sin embargo, con todo y un eventual tercer lugar en la elección nacional, “el beltronismo” como corriente política se posicionaría y lograría avanzar en sus proyectos y propuestas (tal y como lo hizo Manlio en Hermosillo, en la presentación del libro: “(El) Poder, para qué”)
Segundo escenario: Manlio no es candidato. Sin embargo, él y su grupo jugarán un rol muy importante en la campaña (el suicidio es lo último que desea el priísmo)
Y tampoco se prevé – los pronósticos son avasalladores – un posible triunfo del PRI…
Sin embargo, como fuerza, “el beltronismo” estará en condiciones de conservar su status… y aspirar a crecer aún ante la derrota de su partido.
Es que Manlio es un político natural… esa es su fuerza… y estar con él, en ese ambiente que lo rodea, no solo resulta importante para muchos priístas, sino absolutamente necesario… su supervivencia lo explica todo.
Hasta pronto