Por Jesús Antonio Dyke García
Brasilio González Núñez da la nota, el encargado de la CONASAMI ignoró totalmente el estudio del presidente de la COPARMEX, Gustavo de Hoyos Walther, al aumentar el salario mínimo a 80.04 pesos.
El presidente de la CONASAMI no consideró en absoluto el estudio elaborado por el equipo de Gustavo de Hoyos, quienes propusieron un aumento de 16 pesos, que pasaría del actual 73.04 a 89.35 pesos.
Sin embargo, la justificación que dieron los integrantes de la CONASAMI, redundan en que la economía global no está para este tipo de aumentos; resaltaron lo sucedido en el año con el voto de salida de Gran Bretaña de Europa, junto con la constante especulación de la FED al momento de determinar sus tasas de interés en EUA y, a esto, se juntó la llegada de Donald Trump al despacho presidencial de Norteamérica.
Aunado a esto Brasilio declaró que, para mediados del año ya se tenía contemplado un aumento de 2 pesos, y que no se pudo llevar a cabo por el entorno político internacional. Pero se realizará un aumento adicional equivalente a 7 pesos, contando así para inicios del 2017 con un salario mínimo de 80.04.
El anterior escenario es una total ausencia de los encargados de la política económica con las demandas del mercado interno mexicano. El ignorar el punto de referencia de los empresarios locales, arroja una señal de la importancia que se le está dando al país.
En corto.
Junto a este anunció, la prensa nacional manejó la renuncia de Agustín Carsten del Banco de México, organismo que en los últimos años ha tenido la función de ser un contenedor inflacionario.
Las criticas vinieron por parte de distintos medios, al cuestionársele su renuncia en momentos en los que la economía mexicana se encuentra en serios problemas.
Sin embargo, este argumentó que la economía mexicana tiene muy buenas bases económicas para afrontar cualquier volatilidad externa.
Así queda, para guardarlo en el expediente.