El presidente Enrique Peña Nieto se ha hecho merecedor a figurar en un hipotético “museo de la corrupción”. Merece estar en un “salón de la infamia”. Así lo aseguró este jueves el dirigente de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, Claudio X. González Guajardo, un personaje ligado a medios empresariales que ha hecho de la confrontación con el sector democrático del magisterio una de sus más visibles actividades en los años recientes.
Aunque no se ha corrompido “descaradamente”, el presidente Peña Nieto debería aparecer en “un salón de la infamia” de la corrupción nacional, declaró X González Guajardo, en una plática con estudiantes de la Universidad Iberoamericana, reportó la propia institución educativa. (El comunicado se puede ver en http://bit.ly/2kTvVVK).
El presidente Peña Nieto no ha incurrido en niveles de corrupción como el ex mandatario Veracruzano Javier Duarte de Ochoa –actualmente prófugo de la justicia– pero su proceder influye en el de otras autoridades. “Él es el presidente de la República y si él se corrompe, el gobernador lo hará también”, aseguró X González, aunque en la versión de su plática ofrecida por la Ibero no ofrece pruebas de sus acusaciones contra Peña Nieto.
El empresario –pertenece al consejo de administración de Gentera, el mayor otorgante de micropréstamos del país–, elaboró un listado de los diez personajes más relevantes de la corrupción mexicana contemporánea, de acuerdo con el comunicado de la institución educativa.
En ese listado incluyó a los exgobernadores César Duarte, de Chihuahua; Javier Duarte, de Veracruz; a Guillermo Padrés, de Sonora, a quien llamó “el terrible”; al de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo; y al anterior y actual gobernadores de Coahuila, los hermanos Humberto y Rubén Moreira.
También incluyó al ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
Al ser, según su afirmación, una práctica extendida en todos los sectores de la sociedad, en el listado de los mayores corruptos del país incorporó a Juan Armando Hinojosa, el empresario que desde su Grupo Higa financió la llamada “Casa Blanca” adquirida en condiciones preferenciales por Angélica Rivera, esposa del presidente Peña; así como a José Andrés de Oteyza y Pablo Wallentein, quienes debieron dimitir de la cúpula de la filial mexicana de la constructora española OHL después de la divulgación de videos en los que se involucraba en actos de corrupción a personajes de la política y, en particular, algunos ligados al estado de México.
Tomado de La Jornada