De cumplirse los pronósticos de todas las encuestas, AMLO ganará las elecciones presidenciales… y el PRI podría quedar en un indeseado tercer lugar.
Indeseado, porque aun – en los días recientes – estaría fajándose por alcanzar el segundo lugar, después de Morena.
Todo es circunstancial, de acuerdo; pero, ¿qué va a pasar en este escenario catastrófico para el partido de “la Revolución”, transformado luego en el de “los Neoliberales”?… disputado al último por unos y otros, y que es causa relevante para que su candidato José Antonio Meade no lograra penetrar en el ánimo del ciudadano.
Tercero y todo, el PRI seguirá existiendo… acaso tendrá que hacer reajustes en los próximos dos años… y, con los cuadros aun valiosos que le quedan, buscar una especie de reivindicación.
Me lo decía un priísta, de esos que dejan el ego al lado: “Mira Robert, nosotros funcionamos mejor como oposición.
“Cuando es así, los priístas discutimos, debatimos abiertamente”.
Y coincidimos que cuando están en el poder, hasta las oficinas del partido se vuelven burocráticas, cautelosas, recelosas de “gente extraña” que asoma sus narices.
CLAUDIA PAVLOVICH… AL FRENTE DEL PRI NACIONAL
Pocos son los cuadros valiosos que le quedan al PRI. Y se podrá maldecir: “Sí, porque muchos se fueron y quizá otros más emigrarán al partido del “Peje”.
Algún analista político lo dejó escrito hace algunos meses: De los cuadros políticos que están fuertes, y quedan como baluartes del priísmo, uno de ellos es Claudia Pavlovich Arellano, la actual gobernadora de Sonora.
En lo personal, creo absolutamente en esta aseveración… y voy más allá:
Creo que de perder el PRI las elecciones presidenciales, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, en alianza con gobernadores y otras personalidades del priísmo nacional, van a acudir al rescate de su partido… ¡O lo que quede de él!
Y lo harán con el objetivo de renovarlo… y quizá hasta cambiarle el nombre.
Pero esto no bastará. Deberán impulsar una dirigencia nacional fuerte y emblemática (sobre todo por su lucha contra la corrupción, cuya bandera seguirá – ya lo anunció – enarbolándola Andrés Manuel López Obrador)
Y en esta posible circunstancia, no habría mucho que buscar. Estoy convencido que el grupo “beltronista” y sus aliados, buscarán que la dirigente del partido, en esta nueva etapa, lo sea Claudia Pavlovich Arellano.
La actual gobernadora tiene imagen positiva en el estado… y es emblemática por su lucha contra la corrupción, y fue capaz de empujar la caída y el encarcelamiento del ex gobernador Guillermo Padrés Elías.
Seguramente, un previsible gobierno que enarbole las banderas anti-corrupción… ¡Jamás tendría mejor interlocutor, aún en la rivalidad política, que Claudia Pavlovich!
LA NECESARIA IMAGEN ELECTORAL
Nunca escuché, ni leí, que dirigente nacional de partido de oposición alguno viniera a retar o vituperar a Claudia en tierra sonorense.
Debieron advertirles: La gobernadora goza de buena imagen… y sería riesgoso…
Esa buena imagen, obliga a sostenerse. No puede ser de otra forma en el actual proceso electoral… y la necesidad de que el proceso de votación resulte lo más decente posible… gane quien gane, pierda quien tenga que perder.
No hay de otra… una elección intermedia en lo local, no puede echar a perder la perspectiva y el respeto nacional de que se goza.
Más explicación imposible. Reitero, es esta una opinión circunstancial. Le he sacado la vuelta a las notas de veloz espectacularidad, que reclaman que en los días que corren, el priísmo despertó de su letargo… ¡Y ya casi alcanzan a AMLO!… mmh… parecen bromas de mal gusto.
En fin, esta es apenas una opinión. Si me equivoco, pues, ¡ya estaría de Dios!
Hasta pronto