Cuando el panista Vicente Fox metió a trabajar con él a Alfonso Durazo, como secretario particular en la Presidencia, el originario de Bavispe jaló con él a Ernesto “El Borrego” Gándara.
Ambos, pues, son buenos amigos… de hace años.
Lo extraño son las interpretaciones que se le dan a esta amistad. Es decir, no faltan los que ven alguna influencia “morenista” en el alto funcionario priísta.
(De hecho, Ernesto recién fue el coordinador de la asamblea en la cual fue electa la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruíz Massieu… sobrina del ex presidente de la República, Carlos Salinas)
Lo que sí, hay que decirlo, “El Borrego” se codea con la crema y nata de la política partidista…
… y es que ser amigo de Durazo, senador y próximo secretario de Seguridad Pública en el país, no es cualquier cosa (¡Claro, en el mundillo refinado del Poder y sus placeres!)
Pero ambos sonorenses ya están “palomeados” por la vox populi como posibles candidatos al gobierno del estado. Y esto ya nos habla de rivalidades.
Si acaso Ernesto logra la “misión imposible” de convertirse en candidato del PRI para gobernador en el 2021… y a Alfonso le va súper bien en su combate al crimen organizado y López Obrador lo premia como candidato de MORENA para ser rival del “Borrego”… pues, adiós a la amistad.
Porque en el 2021 la guerra será total.
Estoy en la hipótesis de que Ernesto logra convertirse en candidato de la unidad del priísmo sonorense.
Con el visto bueno de la gobernadora Claudia Pavlovich.
Con el reconocimiento e impulso de Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Con el firme respaldo del “Yaqui Power”, de Eduardo, Rodrigo y Ricardo Bours.
Con su gente de Nogales y la sierra (esa que sigue trabajando con intensidad, aunque en forma muy discreta el dirigente priísta, Gilberto Gutiérrez Sánchez)
Pero, ¿acaso es un sueño guajiro alcanzar la unidad del priísmo, y en torno a la candidatura de Gándara?
No faltará algún viejo (mañoso) priísta que suelte la carcajada y exprese con violencia: “Ja, ja, ja, soberana jalada, ¡toma tu unidad!, si aquí la división es la reina de la baraja”.
BUENO, ¿ENTONCES GABRIELA Y SYLVANA?
Echar por la borda el mundo idílico de la unidad priísta nos dejaría la “natural” presencia de la senadora Sylvana Beltrones… convertida en la candidata de una facción del PRI.
Igual que lo fue cuando buscó la Senaduría. Que al final alcanzó con los votos de primera minoría es decir, en calidad de derrotada.
Llegar a la candidatura por la fuerza… de la unidad, no convierte a nadie en potencial triunfador.
Menos, si ante ese panorama Ernesto cumple su amenaza de convertirse en candidato independiente.
Menos, si Ricardo Bours hace valer su promesa de (también) convertirse en candidato, quizá independiente o por algún otro partido de menor relevancia,
¿Y que nos deja esta ecuación?: Un PRI atomizado.
¿Y Morena?
Ana Gabriela Guevara es militante del Partido del Trabajo, un partido que en Sonora fue envenenado por mandar al diablo a Jaime Moreno Berry.
Moreno es el que – bien, mal o peor – por años mantuvo la llama encendida del PT… y en las pasadas elecciones no le tiraron con nada.
Sin embargo, a los morenistas en alianza con el PT no les resultará difícil convencerlo para que apoye a la Guevara.
¿La Guevara con posibilidades de ganar?
¡Ninguna!… en este momento.
Para que Ana se pudiera ir fortaleciendo de aquí al 2021, sería necesario que Alfonso Durazo se vaya deteriorado, cayendo en su imagen política… aunque eso tampoco serviría mucho.
¡Menos, cuando los alcaldes morenistas están resultando proclives al nepotismo: Sara Valle en Guaymas, Célida López en Hermosillo!
Y si ambos siguen diciendo que ellos se la juegan con Durazo… ¡Flaco favor le hacen al de Bavispe!
Además, el crimen sigue dando la nota diaria… y la imagen de Durazo se puede perder en la nada…
Mientras, AMLO sigue prometiendo… y eso es lo único que los ayuda.
Hasta pronto