En 2018, Guaymas aportó 58,240 votos para el proceso electoral que definió al gobierno que hoy encabeza la licenciada Sara Valle Dessens. Morena aplastó al resto de los partidos con un total de 32,356 sufragios, poco más de 19 mil de diferencia con su más cercano competidor, el PRI-PVEM-NA y lejísimos de los demás. Ni todos juntos sumaron los que reunió el aun joven partido.
Hoy que aspirantes a las candidaturas por la presidencia municipal están brotando por todos partes, algunos suplicando a los partidos el apoyo para ser considerados y otros que ni idea tienen de lo que significa participar en política, puede darse el fenómeno advertido hace seis años atrás, por fortuna no cumplido, en el sentido de que los nuevos inquilinos de las instancias gubernamentales sean seleccionados por pequeñas minorías en proporción al volumen poblacional de cada municipio.
Cierto es que la argucia tramposa y convenenciera de las alianzas entre partidos (contubernio entre pandillas) va a esfumar las inquietudes de no pocos de esos aspirantes, y quizá en nuestro caso se quede en unos cuatro o cinco –quizá seis o siete– candidatos al gobierno municipal. Ya lo sabremos por allá en marzo o abril.
Supóngase usted que sean unos siete candidatos a la alcaldía guaymense. Es de advertirse que Morena, con todo y que el Presidente sigue manteniendo buenos niveles de popularidad, ya no será el mismo poderoso que arrasará con lo que se le ponga enfrente. Los fieros combates internos del nuevo partido de las mayorías están consiguiendo que estas cada vez sean menos.
En términos generales, en 2021 podría haber hasta un 20 por ciento más de abstencionismo, lo que a Guaymas le quitaría algunas diez mil papeletas en comparación con 2018. Recordemos que en el padrón electoral de Guaymas hay 115,736 integrantes, de los cuales casi la mitad no participó en el proceso de 2018, y con la tendencia que hoy se observa, habrá realmente poca gente que acuda a las casillas electorales.
Habría que repartir en Guaymas cerca de 48 mil votos entre siete candidatos en caso de que así fuera. Cualquiera de ellos ganaría hasta con unos 9 mil o 10 mil votos. Sería el presidente menos legítimo en cuanto a sufragios que podría tener Guaymas en su historia, al menos en lo que tengo uso de razón. Y una nueva runfla de regidores que llegarían ahí literalmente como haberse sacado la lotería.
Evidentemente, la falta de liderazgos auténticos, no “hechizos” ni obligados, cada vez desalienta más la posibilidad de una mayor participación ciudadana en los procesos para elegir gobiernos. Hoy vemos una enorme cantidad de sujetos, hombres y mujeres, que buscan participar aunque sea para alcanzar precisamente una regiduría.
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EN NOTAS BREVES, se dio su tropezoncito Ricardo Bours Castelo al reconocer que la popularidad de Andrés Manuel López Obrador es lo que está “pavimentando” el camino hacia la gubernatura de Sonora de Alfonso Durazo Montaño, aparte de los elogios que calificó como “fuera de toda proporción” que emitió el Presidente hacia su Secretario de Seguridad en su reciente visita a Sonora.
DICE ANTONIO Astiazarán Gutiérrez que aceptaría ser candidato del PAN al Gobierno de Sonora si la alianza se hace únicamente con organizaciones de la la sociedad civil, no con el PRI o con Morena.
Invita a los panistas a sacar la casta y demostrar que pueden recuperarse revolviéndose con partidos con los que ha habido una larga e histórica diferencia.
LE FUE BIEN a la Gobernadora Claudia Pavlovich Arellano en la presentación de su Quinto Informe de Gobierno ante la legislatura y la ciudadanía sonorense.
En este destacó los rubros en los que se han alcanzado hasta ahora, resultados saludables, entre éstos los liderazgos alcanzados en diferentes renglones de la economía como crecimiento, generación de empleos, productividad, educación, salud, transparencia y rendición de cuentas, entre otros.