Por irrazonable que parezca, es la irrazonable pandemia lo único visible en estos tiempos, ya electorales.
Lo que no resulta irrazonable es que sea el contador Enrique Clausen el que mayores reflectores tiene… y, por lo mismo, mayor cobertura en medios.
Por lo cual, aunque no sea un acto de campaña… la entrega de una clínica de salud en San José de Guaymas se vio como si lo fuera.
Pero no, Clausen se vio ternurita, buena onda. Además, es el único secretario que – insisto, por lo mismo – tiene “vara alta” en el manejo millonario del presupuesto estatal.
No entiendo por qué en Guaymas le andan echando grilla algunos empresarios y abogados… no lo quieren de candidato a alcalde.
… digo, esto es aparte del encontronazo que tuvo con el cajemense Ricardo Bours Castelo.
Bueno, el super secretario puede hacer eso, y más…. si quiere.
Pues sí, pero los días pasan, y los puestos se esfuman, se vuelven nada… a menos, claro está, que lo salve una liana electoral de emergencia.
Pero ¿entonces quién trae engrillado al secretario? … cuidado, así se empieza.
Las lealtades en política…
No, no estamos hablando de Alfonso Romo, quien de plano se hartó de AMLO y le tiró con la Jefatura de la Oficina de la Presidencia.
Al final dicen que don Alfonso no cobraba… es decir, estaba, pero no estaba.
Tanto como su chamba: Era “enlace” del Gobierno de AMLO con los empresarios… pero igual no “enlazaba” nada.
Uta que soberbia del rancio tlatoani, que por cierto ayer empezó a ponerse tierno en sus mensajes por la pandemia… “No salgan, cuídense”, nos dijo, con una extraña nobleza…
… siendo que antier todavía ni había pandemia, ni le quitaban el sueño los más de cien mil muertos en la contabilidad oficial. ¿Qué mosco le picaría a AMLO?
Acababa de pronunciar su “grandioso” mensaje de dos años super exitosos en la Presidencia, en los que el país (¡México!) se transformaba a pasos agigantados, el progreso nos inundaba… ¡En serio!
… ah, y la pandemia estaba bajo control… la seguían “domando” … con una mortandad brutal, que eran parte de los “ataques” exagerados de la prensa neoliberal.
¿Y por qué cambio don AMLO?, ¿Por qué ahora tan preocupado?, ¿En serio?
Pero en fin…
… cuando hablamos de “lealtades”, así entre comillas, en la política, nos referíamos a doña Célida López, la alcaldesa de Hermosillo…
… quien, en sus quijotescas hazañas, ahora va contra la planta tratadora de aguas negras… lucha por la cual va a arrastrar – así — de las patas a don Javier Gándara Magaña…
… sí, aquel amado panista que fuera adorado en los tiempos del gobernador Guillermo Padrés… y al que Célida también se le cuadraba y lo miraba con admiración… con honesta admiración.
Qué lástima que don Javier se cruzara con los afanes de reelección de Célida… lo va a querer hacer pedacitos…
Claro, si don Javier se deja.
Bueno, ¿es o no cómplice don Javier Gándara de la estafa millonaria contra los hermosillenses por la planta tratadora?
Bueno, bueno… primero lo primero… ¿Existe ese acto de corrupción que la alcaldesa nos lo quiere vender con un morboso dramatismo?
Por lo pronto, “El Malorito” Acosta y don Javier Gándara van en el mismo costal que Santa le trajo de regalo a Célida para el arranque de su nueva campaña electoral…
¡El PAN terminará hecho trizas!
¿“EL Borrego” independiente?
Así es caro lector, estoy tan despistado como usted.
Tampoco sé si le convenga a Ernesto Gándara insistir en ser candidato de un PAN que vive los prolegómenos de un choque brutal.
¿Qué le conviene, irse de independiente?… mmm, tampoco lo sé. Las indefiniciones son malísimas… pero, en fin.
Mientras — ¡ea, ea! – Alfonso Durazo ya lo dijo en cadena nacional: “No existe la posibilidad de que pierda”.
Pst, que chiste un juego así… Ni siquiera generan emoción.
Que cosas tan raras. ¿Ya lo felicitamos?, ¿O primero votamos?…
¡Qué buenos asesores de la soberbia!
Hasta pronto