¿Se reelegirá “Alito” en el PRI?
Este próximo domingo, el Partido Revolucionario Institucional se juega su futuro de una forma por demás temeraria. El tricolor se prepara para aprobar una reforma a sus estatutos que permitiría a Alejandro Moreno Cárdenas, “El Alito”, actual dirigente nacional, reelegirse y permanecer en el cargo durante 8 años más.
Lo anterior deriva de una propuesta de modificación estatutaria que será discutida en la Asamblea Nacional este 7 de julio, y que contempla la posibilidad de que los titulares de la presidencia y secretaría general de los comités –nacional y estatales– duren en su funciones cuatro años, pero ahora con la facultad de ser electos hasta por tres periodos consecutivos.
La propuesta es un escándalo hasta entre los mismos correligionarios del PRI. Y ante la pretensión de uno de los principales responsables de la debacle del partido, su mismo dirigente nacional, ex presidentes de todos los niveles, así como ex funcionarios públicos, están exigiendo el aplazamiento de la Asamblea Nacional del domingo hasta que Moreno Cárdenas concluya oficialmente su período en agosto, para llegar a una toma general de decisiones.
La solicitud de que renuncie inmediatamente al partido se mantiene. A “El Alito” lo acusan de los peores resultados del PRI en toda su historia. Y ven esa razón más que suficiente para que se designe un Consejo Político Nacional integrado por “cuadros con trayectoria, prestigio y reconocimiento” para la integración de una dirigencia interina que organice la Asamblea Nacional.
Rechazan la reelección no solamente del mencionado remedo de líder sino en cualquier otra circunstancia, y de paso piden que, ante la debilidad expuesta del PRI en la vida política actual de México, el partido se recomponga o, en un caso extremo, refundarse para poder resurgir.
“Dada la dimensión de la grave crisis que vive el partido y por las cruciales redefiniciones que se requieren para seguir siendo una opción políticamente viable”, Dulce María Sauri Riancho, entre otros connotados priístas, exige que se designe democráticamente a un grupo de expresidentes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para constituir una dirigencia interna.
Y aunado esto a la obcecada actitud de Marko Cortez Mendoza, el alicaído dirigente nacional del PAN, que pretende culpar al resto del mundo de su vergonzosa derrota en las elecciones constitucionales sin sentirse culpable, azules y rojos están pasando por el momento más crucial de su historia.
La descomunal derrota los pinta de cuerpo entero como perdedores, pero en medio de su necia ofuscación no quieren reconocerlo, mucho menos aceptarlo. Y todavía no entienden que sus errores políticos son los que están llevando a ambos partidos a una situación peor: la complicada recuperación del PAN con su actual liderazgo, y lo que parecer ser una inminente desaparición del PRI para la reaparición de un nuevo partido, porque este… está agonizando.
