18 October, 2024
Alcaldía y diputación local, vieja rivalidad
Columnas

Alcaldía y diputación local, vieja rivalidad

Jul 20, 2024

En el período 2009-2012, cuando José Luis Marcos León Perea era diputado federal por el PRI, se le plantearon algunos proyectos interesantes para beneficio de Guaymas lo cuales, sin embargo, declinó apoyar.

El argumento que entonces esgrimió el después diputado local en dos ocasiones por el mismo partido, fue “es que el presidente municipal se porta muy mal”… el entonces alcalde era César Adrián Lizárraga Hernández, emanado del PAN.

Jamás ha sido un secreto la forma en que influye la ideología política cuando se ejerce en algún puesto de gobierno. Y un ejemplo histórico lo ha ofrecido Guaymas por décadas.

Contando desde la administración municipal de Edmundo Chávez Méndez, la relación que tuvo con la entonces legisladora local Julia Astrid Tapia Granillo fue exclusivamente de carácter institucional, esto si bien no tuvieron conflictos políticos visibles. Poca cercanía.

En el primer período como alcaldesa a partir de 1997, Sara Valle Dessens sufrió el embate de la revocación de mandato por el Congreso del Estado.

Bernardino Cruz Rivas como alcalde y Jesús Ávila Godoy desde el Congreso de Sonora, no recuerdo que hayan tenido ni buena ni mala relación, simplemente también cumpliendo protocolos, obviamente hasta donde sus respectivas ideologías (PAN Y PRD) entonces se lo permitían.

Carlos Zataráin González y Alfredo Ortega López, a pesar de ser ambos del PRI, mantuvieron trato poco cordial y de poca trascendencia en el aspecto público, al igual que Antonio Astiazarán Gutiérrez con José Luis Marcos León Perea.

Las diferencias fuertes regresaron cuando César Adrián Hernández Lizárraga arribó a la alcaldía y Otto Guillermo Claussen Iberri se subió a la curul del Congreso del Estado. Luego Otto se vino a la alcaldía y León Perea llegaba a su segundo período como diputado. Nada trascendente en esos lapsos, en los que cada quien marchaba por su camino, sin pensar mucho en su responsabilidad como funcionarios públicos.

Enemigos declarados fueron Lorenzo De Cima Dworack y Manuel Villegas Rodríguez, ambos panistas, que cortaron cualquier tipo de trato, incluyendo el institucional y se dio exactamente la misma historia.

Hoy Guaymas está ante una buena oportunidad para que la interrelación entre legisladores y la alcaldesa Karla Córdova González arroje beneficios positivos para la comunidad.

Si a Jazmín Gómez Lizárraga no le afecta la impugnación que en su contra viene haciendo Pánfilo López Pérez por temas relacionados con la equidad de género, y logra subirse a la diputación plurinominal, a la que también estaría llegando el profesor guaymense César Adalberto Salazar López propuesto por el magisterio, ya con la presencia de Sebastián Orduño Fragosa nuestro municipio tendría a tres nacidos aquí, en la cámara legislativa de Sonora.

Un proyecto visionario y sobre todo pensando en el bien común, sobre todo si tomamos en cuenta que todos están dentro de la proyección que maneja la 4T, a Guaymas podría irle mucho mejor que en al menos las últimas dos décadas. Y de paso romper con ese maldito estigma de que nunca se ha podido trabajar de común acuerdo entre ambas entidades.

Si los cuatro la piensan bien, podría ser una oportunidad de oro para los guaymenses.

Puede sonar ilusorio, pero se supone que el cambio es radical.

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