23 November, 2024
Balance de la desatención
Sonora

Balance de la desatención

Ago 22, 2024

El libro El desastre minero en el río Sonora: alcances de los estudios sociales, publicado por El Colegio de Sonora,consta de ocho capítulos que analizan las consecuencias del desastre. El libro está ordenado en dos ejes: el primer tema es sobre el desempeño de las instituciones encargadas de atender el derrame y el segundo tema sobre la situación más reciente de las comunidades del río Sonora afectadas por el derrame.

En el primer capítulo del libro, Rolando Díaz Caravantes, América Lutz Ley y Francisco Durazo Gálvez brindan información sobre las características de la geografía del río Sonora y su cuenca cuando ocurrió el desastre. Buena parte de estos datos se encuentran en la página web del Observatorio Río Sonora de El Colegio de Sonora.

Al momento de ocurrir el derrame es posible indicar lo siguiente en el aspecto sociohídrico:

  • Si bien ocupa casi una quinta parte del área estatal, en la cuenca del río Sonora el recurso hídrico es escaso en comparación con otras de la región noroeste, como la de los ríos Yaqui y Mayo. Los volúmenes de precipitación son limitados y la extracción alta, por lo que el río Sonora ha pasado a ser un caudal efímero en buena parte de su longitud. El sistema de presas con un almacenamiento modesto confirma esta fragilidad hídrica.
  • La fragilidad ecológica es otro tema importante pues el río Sonora es la única fuente de agua superficial para organismos acuáticos y terrestres. Además de una alta biodiversidad, en el río se pueden encontrar especies endémicas que están amenazadas.
  • En 2014, el agua de la cuenca del río Sonora era y es hoy extraída principalmente de fuentes subterráneas: casi 80 por ciento. Debido a esta extracción, de los 10 acuíferos de la cuenca del Sonora, cinco estaban sobreexplotados: Costa de Hermosillo, Mesa del Seri-La Victoria, Río Zanjón, Sahuaral y Río Bacoachi.
  • Existen zonas de mayor extracción de agua subterránea en la cuenca. Por medio de un análisis con datos de 2014 de los derechos de agua, se ubicaron 17 zonas de mayor extracción. En el uso agrícola, el área de mayor extracción es la costa de Hermosillo; en el urbano dicha ciudad; y en el uso industrial es la minería del área de Cananea quien más extrae agua.

En cuanto al contexto socioeconómico de 2014 podemos establecer lo siguiente:

  • De acuerdo con el grado de marginación determinado por el Consejo Nacional de Población (2010) alrededor de la mitad de las localidades tienen un alto o muy alto grado de marginación. Buena parte de estas localidades se encuentra en la región de la costa de Hermosillo. En las afectadas por el derrame hay una variación de casos desde alta a baja marginación.
  • Sobre los municipios rurales afectados por el derrame, es clara la tendencia negativa de crecimiento poblacional, la cual se agudizó después del derrame. En efecto, pasó de -0.2 por ciento anual en la década 2000-2010 a -0.7 por ciento en 2010-2020.
  • Si bien estos municipios no podían ser considerados de alta marginación según la Conapo, existen algunos indicadores críticos, como son los indicadores de población de 15 años y más sin educación primaria o básica completa; el nivel de hacinamiento en las viviendas y la población con ingresos inferiores a dos salarios mínimos.
  • Según los datos observados en el capítulo 1, en 2014 seis minas se ubicaban dentro de los límites de la cuenca del río Sonora. Dentro de estas encontramos a Buenavista del Cobre, la quinta mayor productora de cobre a nivel mundial, perteneciente a Grupo México, responsable del citado derrame de sustancias tóxicas en el citado río.
  • La minería en Sonora tenía concesiones de tierra por poco más de 5.7 millones de hectáreas amparadas por 5 mil 726 títulos, representando 30.4 por ciento de la superficie estatal (Semarnat, 2020). Estos datos permiten proyectar que, en caso de pasar a la explotación de las minas, los efectos socioambientales adversos del crecimiento de este sector económico pueden ser devastadores.

Sobre la calidad del agua del río Sonora después del derrame se sabe lo siguiente:

  • En la base de datos del fideicomiso se encontraron ausencias graves de meses sin muestreos, incluso en los periodos más críticos posteriores al derrame. En el caso de las aguas subterráneas, el monitoreo solo se realizó durante cuatro años y no los cinco anunciados. Además, en algunos casos no se observan valores numéricos para buena parte de los metales estudiados, sino únicamente la abreviatura “NE”, que significa no efectuado.
  • Aún con estas fallas, se patentiza la extraordinaria presencia de valores fuera del límite en el periodo para el agua subterránea y para la superficial. Esta información confirma y no deja dudas sobre el impacto en la calidad del agua del río Sonora por el derrame tóxico mencionado.

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