El retorno tan temido de López Obrador
Su nuevo libro: “… concitará —ya lo está haciendo— una discusión sobre los aciertos y errores de su Gobierno, pero sobre todo sobre el rumbo de la República y los vendepatrias que, impotentes por sus derrotas, imploran la intervención extranjera”.
Andrés Manuel López Obrador ha escrito 20 libros en paralelo a su biografía política y cada uno ha sido, además del tema mismo, un instrumento para la acción política a lo largo de cuatro décadas, desde líder social en Tabasco hasta Presidente de México. Su obra número 21, que tendrá seguramente esa lógica, aparece en un momento peculiar: En medio de la ofensiva de la ultraderecha contra Claudia Sheinbaum y la amenaza de intervención militar de Estados Unidos que los vendepatrias imploran.
Ningún político en México, menos los que idolatra la derecha, tienen una obra análoga: Carlos Salinas y Felipe Calderón escribieron mamotretos para justificarse —“el error de diciembre” el primero y su guerra y Genaro García Luna el segundo—, a Vicente Fox y Enrique Peña Nieto ni les gusta leer, menos escribir, y Ernesto Zedillo tiene a intelectuales como amanuenses. Salvo Fox, los otros huyeron del país.
Estos cinco expresidentes del neoliberalismo siguen muy activos dentro de los márgenes que les permite el repudio popular —no se presentan jamás en público—, mientras que López Obrador regresa de un encierro voluntario de un año y un mes, con sólo la aparición para votar en la elección judicial, el 1 de junio, exactamente a un año de la presidencial que Sheinbaum ganó con el 60 por ciento de los electores, equivalente a 33 millones de votos, mientras que la candidata de ellos, Xóchitl Gálvez, sólo obtuvo menos de la mitad, el 27 por ciento.
Hay que tener en cuenta estas cifras ahora que se fabrica la percepción de que el país se ha derrumbado, que está bajo el control del crimen y que hay una insurgencia cívica contra el Gobierno, sobre todo de los jóvenes, a partir de la marcha del sábado 15, convocada por la derecha, relevante sólo por la violencia que generó un sector y la gran cobertura mediática de quienes repudiaron históricamente toda movilización popular y juvenil.
En este contexto interno, que también incluye el enfriamiento de la economía y la prevalencia de inseguridad y violencia —problemas que no se deben ignorar jamás—, irrumpe López Obrador con su nuevo libro, que él mismo había dicho, y lo ratificó la Presidenta de México, será sobre la grandeza cultural de México y el humanismo mexicano.
El libro será su primera postura pública sobre la reducción, en su sexenio, de 13.4 millones de pobres. No hay precedente en la historia, menos en la fábrica de pobres que fue el neoliberalismo. El dato genera la discusión si con esto López Obrador acredita su Gobierno y si su principio de que por el bien de todos primero los pobres es certero.
Con su libro número 21, cuyo título no se ha hecho público, López Obrador cumple cuatro décadas como autor, desde Los primeros pasos, Tabasco, 1810-1867, editado en 1986, hasta ¡Gracias!, del año pasado, al terminar su periodo sexenal, dedicado precisamente a los jóvenes, en particular a quienes quieren dedicase a la política: “La política es tan importante, tan humana, tan limpia que ni los más sucios políticos han podido manchar. En esencia, la política es hacer historia, es servir al prójimo, a nuestros semejantes. Tiene mucho que ver con los ideales y con la mística”.
Cada uno de los libros de López Obrador han sido de definiciones e identificaciones de carácter histórico y político, pero también ha sido mecanismo para la acción y hasta para la propaganda, entendida como mensaje de agitación para alcanzar objetivos específicos.
Sus temas han sido, desde que fue líder social entre los indígenas chontales y presidente del PRI en Tabasco, la justicia social, la soberanía, la independencia y la democracia, principios que enarboló como constructor y dirigente nacional del PRD, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y tres veces candidato presidencial, hasta su triunfo como líder de Morena, como Presidente de la República y como autor en su retiro en “La Chingada”.
Cada uno de esos libros es la crítica y la alternativa, el diagnóstico y el remedio, la evaluación y la propuesta, muy a su estilo: Populista para sus críticos, certero para sus seguidores. Lo fundamental es que, a diferencia de otros políticos, ha dejado siempre por escrito lo que se propone hacer.
El ejemplo más claro es su Proyecto alternativo de nación, de 2004, cuando planteó las propuestas que aterrizó como Presidente de México. Si sus adversarios lo leyeran, aún hoy, entenderían por qué han sido electoral, política y moralmente derrotados, hasta ahora que ya dejó la política activa.
Estos son los libros que ha escrito: Los primeros pasos, Tabasco, 1810-1867, de 1986; Del esplendor a la sombra: La República restaurada, de 1988; Tabasco, víctima del fraude electoral, 1990; Entre la Historia y la Esperanza: corrupción y lucha democrática en Tabasco, 1995; Fobaproa, expediente abierto: reseña y archivo, 1999; Un proyecto alternativo de nación: hacia un cambio verdadero, 2004; Contra el desafuero: mi defensa jurídica, 2005; La mafia nos robó la Presidencia, 2007; La gran tentación: el petróleo de México, 2008; La mafia que se adueñó de México… y el 2012, 2010; No decir adiós a la esperanza, 2012; Neoporfirismo hoy como ayer, 2014; El poder en el trópico, 2015; Catarino Erasmo Garza Rodríguez ¿Revolucionario o Bandido?, 2016; 2018 La salida. Decadencia y renacimiento de México, 2017; Oye, Trump, 2017; A la mitad del camino, 2021, y ¡Gracias!, 2024.
Si su nuevo libro es sobre la grandeza cultural de México y el humanismo mexicano, como dijo la Presidenta, debe esperarse entonces un alegato elocuente sobre estos dos temas, pero también directrices sobre lo que debe trabajarse en este momento histórico para fortalecer el proyecto de nación que él inició, pero que a él ya no le corresponde conducir desde que dejó el cargo.
López Obrador reaparece con su libro, y entre especulaciones de que hará una gira nacional para promoverlo, en un momento de acoso a México de parte del Gobierno de Donald Trump, sobre quien también escribió un libro y con quien coincidió en el Gobierno.
Esta amenaza de injerencia de Estados Unidos es atizada por los mismos mexicanos que, como en otras épocas en la historia, se someten a extranjeros para no perder privilegios. Son la minoría derrotada, que sin embargo debe ser exhibida.
El libro de López Obrador, independientemente de que él no aparezca en persona, concitará —ya lo está haciendo— una discusión sobre los aciertos y errores de su Gobierno, pero sobre todo sobre el rumbo de la República y los vendepatrias que, impotentes por sus derrotas, imploran la intervención extranjera.
(SinEmbargo)