Desarrollan en UNAM vacunas curativas del cáncer de mama y algunas de sus variantes
Un equipo de investigadores de la Facultad de Química y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM se encuentra desarrollando un modelo de vacunas terapéuticas que, en ejemplares de laboratorio, ha demostrado su capacidad para curar el cáncer de mama e inhibir otras variantes de esa enfermedad.
Las mencionadas vacunas, que funcionan a través de la activación del sistema inmune, también han sido eficaces en la eliminación de la metástasis de las células cancerosas, la cual representa en los seres humanos la principal causa de fallecimiento.
Allan Noé Domínguez Romero, académico de la Facultad de Química, indicó que también se ha comprobado que los biológicos, denominados Bibliotecas de Epítopos Variables (BEVs), también adquieren una “memoria inmunológica” que impide que vuelvan a presentar la enfermedad, aunque se les implanten células cancerosas por segunda ocasión.
El especialista destacó que este desarrollo –publicado en la revista internacional Molecular Immunology recientemente–, fue posible después de más de una década de trabajo, con una sola inyección terapéutica en esos ejemplares de laboratorio y para fases, incluso, avanzadas de la enfermedad, aunque la detección y tratamiento tempranos mejoran su eficacia.
Por su parte, Karen Manucharyan, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la máxima casa de estudios, subrayó que otra de las ventajas de las vacunas es que podrían funcionar para cualquiera de los 220 tipos de cáncer y que su costo sería considerablemente menor a los tratamientos que se aplican actualmente en pacientes, como quimio o radioterapia, así como la inmunoterapia basada en anticuerpos monoclonales, y que alcanzan los 200 mil millones de dólares al año en el mundo.
Debido a que las células cancerosas son “blancos en movimiento”, debido a que cambian su genoma de forma permanente y su fenotipo, no se les puede combatir usando vacunas que no muestran ese dinamismo.
Por tal razón, recalcó Manucharyan, los autores de la investigación generaron una vacuna que, con miles de versiones mutadas de un antígeno silvestre relacionado a cáncer, les permite atacar a las células cancerosas, activar el sistema inmune e inducir “memoria inmunológica”.
De acuerdo con el investigador universitario, no importa si pasa uno, dos o diez años en los humanos, pues las “defensas” –al menos en los ejemplares de laboratorio– quedan preparadas para “atacar”. Una vez con dichos resultados “sin precedentes”, el siguiente paso es iniciar ensayos clínicos en humanos.
Domínguez Romero recordó que el cáncer de mama está tipificado como la principal causa de fallecimiento en mexicanas, con una tasa proyectada de 9.9 por cada 100 mil. En 2022 se registraron 7 mil 888 decesos, 99.4 por ciento en ellas, de acuerdo con información del INEGI.
(La Jornada)
