Déficit Comercial y la Construcción del Futuro
La economía mundial en su fase actual del capitalismo, está marcada por la desigualdad estructural impuesta por los centros financieros e industriales del mundo, las economías dominantes imponen relaciones desiguales a las naciones periféricas, perpetuando su explotación a través del control del comercio y la inversión extranjera. México, inmerso en esta lógica global, enfrenta desafíos en su balanza comercial, pero también encuentra oportunidades para revertir su papel en esta estructura.
Déficit Comercial
México ha experimentado un déficit comercial crónico, con una tendencia negativa en la relación exportaciones-importaciones. En mayo de 2018, el déficit alcanzó -2,037 millones de dólares, un aumento del 246.9% en comparación con enero. Las exportaciones crecieron un 4.3% en febrero, pero cayeron un -2.2% en mayo, mientras que las importaciones aumentaron en 1.6%, evidenciando una dependencia de bienes externos.
Este fenómeno no es casual. En el sector siderúrgico, el dominio estadounidense se hace evidente. Estados Unidos duplicó su superávit en productos de acero con México, alcanzando 2.4 millones de toneladas y más de 4 mil millones de dólares en valor. Esta es una expresión clara del imperialismo económico, donde las economías centrales utilizan su posición para inundar mercados con sus productos o convertirse en el único comprador, desplazando la producción nacional y generando dependencia.
No obstante, México no está inerme. La CANACERO ha señalado que si es necesario, el país responderá con aranceles a las importaciones estadounidenses, como una medida de protección de la industria nacional. Estas acciones representan un paso hacia la defensa de la producción interna y la lucha contra la hegemonía comercial impuesta por el capital extranjero.
La Oportunidad de la Soberanía Económica
Otro frente es la integración de la fuerza laboral, con la nuevass nuevas políticas migratorias de EE.UU., miles de mexicanos están siendo repatriados, pero en lugar de ser una crisis, esto puede convertirse en una oportunidad histórica.
El sector privado ha anunciado 50 mil empleos para repatriados como parte de la estrategia México te abraza. Este esfuerzo es crucial, pues Lenin también enfatiza que el control del trabajo es una de las herramientas con las que las potencias imperialistas dominan a los países dependientes. La reintegración de los trabajadores mexicanos al aparato productivo nacional reduce la subordinación a la economía estadounidense y fortalece el desarrollo interno.
Con una demanda de hasta 400 mil vacantes en el sector agrícola y 20 mil en comercio y turismo, el país tiene la oportunidad de convertir la migración en un motor de crecimiento. Pero este esfuerzo no puede quedar solo en manos del sector privado. Es necesario que el Estado garantice condiciones laborales dignas y que esta estrategia no sea una simple absorción de mano de obra barata, sino una política de industrialización con justicia social.
México entre las 10 Mayores Economías
Más allá de los desafíos actuales, el futuro de México no está atado a la subordinación, sino que se construye con una visión estratégica. La Cuarta Transformación y el Plan México buscan insertar al país en el top 10 de las economías globales, con una inversión proyectada de 277 mil millones de dólares.
México se encuentra a 50 mil millones de dólares de superar a Rusia y a 300 mil millones de Canadá, la décima economía mundial. Alcanzar este objetivo no es solo una cuestión numérica, sino una ruptura con la narrativa de dependencia que ha caracterizado su historia económica. La industrialización, el desarrollo tecnológico y la soberanía productiva deben ser el eje de esta transformación.
México y el Desafío del Siglo XXI
El capitalismo global en su fase actual seguirá imponiendo retos. Las tensiones comerciales, la lucha por los mercados y el control del trabajo seguirán siendo herramientas del dominio económico. Pero México tiene la capacidad de responder con soberanía y estrategia.
Proteger la industria nacional del acero, integrar a los repatriados en un modelo productivo propio y consolidar una economía fuerte e independiente son pasos esenciales para romper con el ciclo de explotación.El camino no será fácil, pero la historia nos ha demostrado que las naciones que se atreven a desafiar la estructura económica global pueden reescribir su destino. México no debe conformarse con ser una economía dependiente; tiene los recursos, la población y la capacidad para convertirse en una potencia soberana. La lucha no es solo por el crecimiento económico, sino por la independencia real del país frente a las fuerzas del capital internacional.