19 September, 2024
Entre la violencia y la política
Columna de Roberto Dyke Rivera

Entre la violencia y la política

Jul 15, 2024

No es novela – que al final retrata desfigurada o con tiros de precisión la realidad –, el hecho es: El violentómetro marca muy elevado, de situaciones de peligro, altas, peores… que se presentan, avizoran, se pronostican, con toda la irresponsabilidad que implica.

Cierto, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue el primero, si no que de los primeros mandatarios del planeta, en lamentar el atentado contra Donald Trump, el candidato presidencial gringo dueño del discurso abiertamente racista.

Y dije discurso, porque el final, el demócrata Barack Obama es campeón en expulsiones de inmigrantes indocumentados – tres millones –, y… eso que es negrito.

Mientras que Joe Biden y Donald Trump traen números empatados en expulsiones… con la “novedad” que Trump ya “prometió” que de volver a la Presidencia hará la mayor deportación en la historia.

Total, estamos en el traspatio de Estados Unidos y nos toca apechugar… culpa de la geopolítica… lo que tampoco ha impedido el surgimiento de figuras como Benito Juárez, que en la convicción liberal consolidó el estado nacional y sentó las bases del desarrollo capitalista.

López Obrador recupera aquella habilidad juarista, la de avanzar mediante el acuerdo… la cesión (el freno a las oleadas de emigrantes, no solo de México sino de otros países)… lo que permite la fortaleza del Estado, con decisiones autónomas…

… y con reformas de abierto perfil democrático… como lo son: El reparto social de la riqueza nacional, vía el presupuesto, y las reformas al Poder Judicial, para detener sus vicios de privilegio y sentencias de dudosa justicia.

Igual, AMLO volvió a soltar su aprecio por la conducta de sus adversarios (que no enemigos) políticos… los que “no han cruzado la frontera del insulto”… es decir, alejados de la agresión física.

VIOLENCIA VERBAL DE “ALITO” Y RIVALES

La violencia verbal también atrapa a la oposición. Véase el discurso de Alejandro “Alito” Moreno contra sus rivales… contra Manlio Fabio Beltrones y Cía.

Contra Manlio gusta de citar frases temerarias… a sus Cía., las desprecia. El dirigente goza yéndose a la yugular – todo en ese discurso que parece alentar el odio.

No se lo han copiado en las entidades. Todavía guardan las formas de las jerarquías. En Sonora, por ejemplo, los priístas siguen a Manlio, pero no se atreven a cuestionar en público a su dirigente nacional…

… todo lo dejan en el chisme de banqueta. Y eso y nada, ¡es lo mismo!

De hecho, el encargado de la oficina Rogelio Díaz Brown ni se da por enterado… acostumbrado como está a recibir línea. ¡Vaya, ni Bulmaro Pacheco que la hace de analista dice algo!

… pesan más las viejas inercias.

Los priístas están a la espera de algún “arreglo” entre Alejandro Moreno y Manlio Fabio… de hecho, hace un rato el famoso “Alito” dijo que hay priístas relacionados en actos delincuenciales que quieren llegar al Senado…pero que su partido no lo permitirá.

¿A quién haría referencia?… nada.

Es la misma vieja política tricolor… cero nombres, por si la amenaza surte efecto y hay acuerdos que limen asperezas… con todo el hedor de las supuestas tropelías “denunciadas” a medias.

MORENA, LA RESPONSABILIDAD

La mayoría ciudadana, hoy recargada en el partido MORENA, confía y desea un mejor país, donde el progreso material se mezcle con un juego político democrático.

–Porque el proyecto de Morena no es cosmético, sino de transformación profunda—gusta afirmar, y con razón, el secretario de Gobierno, Adolfo Salazar Razo.

En el 2018, el candidato presidencial AMLO arrasó en las elecciones, por el hartazgo de las mayorías del país.

En el 2024, la candidata morenista, Claudia Sheinbaum arrasó en las elecciones, por la convicción mayoritaria de que el proyecto de MORENA es el correcto.

Cierto que la vida sigue: La voracidad de algunos empresarios es obvia – versus Grupo México, cuyas minas agotan el agua de Sonora y alimentan el odio en las comunidades.

Por si faltara, la continuada delincuencia común y federal… el irracional afán de lucro del empresario promedio, al que se pone freno con los aumentos al salario mínimo establecidos en el proyecto morenista en el poder.

Con todo, la desigualdad campea, la voracidad persiste, y el choque de clases es una realidad… y el discurso del odio, solo es una consecuencia.

Hasta pronto

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