
Las balas del 2 de octubre mataron en vida a Díaz Ordaz…
Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez
Ciudad de México, 2 de octubre (SinEmbargo).- “Las balas del 2 de octubre mataron en vida a Díaz Ordaz”. Con esta frase, el escritor e investigador Fritz Glockner Corte habló sobre la matanza estudiantil de 1968 y el derrumbe personal y político del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, a quien ha dedicado su más reciente libro dentro de la colección Los Malos de la Historia.
En entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado en el programa de “Los Periodistas” que se transmite a través del canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire, Fritz Glockner aseguró la represión estudiantil de 1968 no solo perdieron la vida cientos de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas, sino también mató en vida al entonces Presidente Díaz Ordaz.
“Yo creo que las balas del 2 de octubre también asesinan a un Gustavo en vida, digamos. Y qué bueno. Creo que sí fueron fantasmas que los tuvieron, bueno, esta idea de nunca más a partir del primero de diciembre de 1970 no leer un periódico, no saber qué pasaba, no ver los noticieros televisivos, los noticieros radiofónicos que su casa era un búnker del aislamiento y que recibía a muy pocos visitantes”.
El autor relata que la matanza del 68 no solo dejó huella en Gustavo Díaz Ordaz, sino también afectó de manera severa a su familia, tal es el caso de Guadalupe Borja, su esposa, quien nunca volvió a aparecer en público.
“Hasta su muerte este sentimiento de soledad, de amargura y demás. No, yo creo que el 2 de octubre sí lo marca. Bueno, sabemos que marca a Guadalupe Borja su mujer de manera hiperimpactante. La mujer nunca más vuelve a aparecer en público. Siempre se hace acompañar de la hija en los eventos públicos. Aparece el 15 de septiembre del 69, pero como sombra, por eso digo que ya nunca más vuelve a aparecer, porque ya no vuelve a coincidir y ya no actúa en ningún evento del DIF. Recuerden que en ese entonces era, el DIF el espacio de la primera dama, donde hacían labor social y demás. Entonces ella termina en el ostracismo y se ve paulatinamente el deterioro y el aislamiento de Gustavo”.
Los malos de la historia: Gustavo Díaz Ordaz de editorial Paidós, es un libro que combina memoria personal, investigación histórica y una narrativa íntima del autor que retrata a Gustavo Díaz Ordaz, un hombre detrás del poder, sus vínculos con el autoritarismo posrevolucionario y su descenso al aislamiento tras dejar la silla presidencial.
El escritor e investigador señala que la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968 acabó con la legitimidad del régimen y también con la del propio Presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien quedó convertido en un símbolo de la represión.
“Hasta su muerte este sentimiento de soledad, de amargura y demás. No, yo creo que el 2 de octubre sí lo marca […] No fueron solo los estudiantes ni la Plaza de las Tres Culturas: fue México entero el que padeció la represión sanguinaria y enloquecida de Díaz Ordaz”.
Una historia familiar inesperada
Fritz Glockner cuenta a “Los Periodistas” que la propuesta por parte de su editorial por escribir un libro sobre Gustavo Díaz Ordaz surgió debido a la inesperada relación que tuvo su familia, en específico sus abuelos materno y paterno, con el expresidente.
“Mi bisabuela Clara Lozada manda a mi abuelo Julio a estudiar a Oaxaca, y en la escuela de oficios se hace carnal de un muchacho orejón, dientón, con quijada grande y gusto por el baloncesto: Gustavo Díaz Ordaz”, narra el escritor.
La amistad continuó cuando ambos emigraron a Puebla para sus estudios universitarios: Julio en Medicina, Gustavo en Leyes. Fue en esos años cuando se cruzaron con Luis J. Corte, otro joven poblano, que después se convertiría en el abuelo materno de Glockner.
“Por eso me apellido Fritz Glockner Corte: mis dos abuelos fueron amigos de juventud del que después sería el ogro de México, el culei más culei de todos los culeis”, dice entre ironía y asombro.
Tal era la cercanía entre Díaz Ordaz y sus abuelos, que llegó a ser padrino de los quince años de la madre de Fritz Glockner.
“No fue solo por la anécdota personal, sino porque yo ya había trabajado temas de represión, persecución a movimientos sociales y guerrilleros, desde los años cuarenta hasta los ochenta. Era natural que me tocara entrarle”, afirma Glockner.
Ese lazo familiar llevó a la editora de Paidós a proponerle escribir sobre el personaje. Después de analizar la propuesta, Fritz Glockner decidió aceptar el proyecto.
“Uno suele escribir biografías de alguien a quien admira. Este no era el caso. Díaz Ordaz es uno de los principales malos del siglo XX mexicano. Por más defensores que tenga por sus logros económicos, su sexenio estuvo marcado por la represión y el anticomunismo recalcitrante que venía desde Miguel Alemán”, explica Glockner.
(SinEmbargo)