Confrontación entre Noroña y “Alito” en el Senado: “¡No me grite!” y “¡No me ponga el dedo encima!” (Video)
CIUDAD DE MÉXICO .– En una tensa sesión del Senado, Gerardo Fernández Noroña y Alejandro Moreno protagonizaron un fuerte intercambio de palabras durante la Declaratoria de Constitucionalidad de la reforma sobre la impugnabilidad de reformas constitucionales.
El incidente comenzó cuando Alejandro Moreno, senador del PRI, se acercó a la Mesa Directiva para quejarse de que no se había dado la palabra a sus legisladores durante el debate. En respuesta, Noroña solicitó terminar la discusión, lo que generó un ambiente explosivo.
Los gritos se intensificaron cuando Noroña reclamó: “¡No me ponga el dedo encima! ¡No me toque!”. Moreno, claramente enfadado, replicó: “¡A mí no me grites! ¡50 veces lo hiciste!”. La senadora Lucía Trasviña, de Morena, tuvo que intervenir para mediar entre ambos, mientras Moreno se retiraba a su escaño.
Fernández Noroña enfatizó: “Bajo ninguna circunstancia voy a tolerar que alguien me ponga un dedo encima. Yo no los toqué a nadie, y los senadores reaccionaron a la agresión”. A lo que Moreno respondió: “Lo que fui a decirle era que se hiciera un registro, como se ha hecho en otras ocasiones de los oradores que han levantado la palabra. Eso fue todo, jamás para agredirle”.
La tensión continuó con Noroña insistiendo: “Respeto a la presidencia. ¡No me grite! ¡No me toque! ¡Date a respetar!”. Moreno contrarrestó: “¡Cincuenta veces lo hiciste! ¡A mí no me grites!”.
En un momento crítico, Noroña exclamó: “¡No me toque! ¡No me toque!”, mientras que Moreno insistía: “Vaya a su curul y dígame desde su curul”. La senadora Trasviña y otros morenistas intervinieron, exigiendo que Moreno se alejara.
Fernández Noroña, al finalizar el altercado, reiteró: “Me merece todo el respeto, como lo merecen todos los senadores y senadoras”. También advirtió que los exabruptos son parte de la dinámica política, pero deben ir acompañados de respeto. “No toleraré más faltas de respeto”, concluyó.
El clima de polarización quedó reflejado en la sesión, donde las fricciones entre las distintas fuerzas políticas en el Senado se hicieron evidentes, mostrando un ambiente tenso y divisivo en el recinto legislativo.