La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó un plan de reconstrucción valorado en alrededor de 10,000 millones de pesos, traducidos en 540 millones de dólares, destinados a la asistencia directa de cerca de 100,000 familias damnificadas por las inundaciones y deslaves que han afectado a cinco estados del centro del país. El programa estipula además la recuperación de escuelas y clínicas, así como el fomento del empleo.
El plan gubernamental fue estructurado en cuatro ejes fundamentales de trabajo: la atención inmediata a la emergencia, el apoyo directo a las familias damnificadas, la reconstrucción de infraestructura y el fortalecimiento de los sistemas de pronóstico y alerta de riesgos. Sheinbaum enfatizó que el trabajo en el primer eje aún continúa.
Sobre la fase inicial, la mandataria explicó que «todavía estamos trabajando en la atención a la emergencia», ya que aún persisten comunidades que carecen de paso terrestre. Los esfuerzos se centran en la limpieza de viviendas y en garantizar la recuperación de los sistemas básicos como las comunicaciones y el vital servicio de agua potable.
La respuesta a la emergencia movilizó un esfuerzo conjunto sin precedentes, en el que participan más de 52,000 civiles y militares de las Fuerzas Armadas, en coordinación con los Gobiernos federal, estatal y municipal. Este despliegue masivo busca acelerar la ayuda a las zonas más impactadas, donde persisten los daños.
En cuanto al segundo eje, la presidenta anunció que la entrega del primer apoyo de 20,000 pesos (alrededor de 1.000 dólares) a todos los hogares damnificados iniciará el próximo miércoles 22 de octubre. Hasta la fecha, el censo registró 75,000 de las 100,000 familias estimadas, lo que permitirá canalizar esta ayuda directa a quienes perdieron sus bienes por los efectos de las lluvias.
Por su parte, el secretario de Infraestructura, Jesús Esteva, confirmó el gran avance en la rehabilitación de vías, señalando que, de las 288 comunidades incomunicadas al inicio de la emergencia, ahora solo quedan 119. Las autoridades estiman que toda la red de carreteras y rutas rurales afectadas quedará habilitada en las primeras dos semanas de noviembre.
El plan de reconstrucción, que prioriza la entrega de apoyo económico directo a los damnificados, subraya el compromiso del Gobierno de México con las familias afectadas, buscando acelerar la recuperación de los territorios devastados.
(TeleSUR)