Las pluris… gente ambiciosa
Los regalos que permite el anacrónico sistema electoral de México, entiéndase regidurías, diputaciones locales y federales y senadurías plurinominales, sólo sirven para corroborar, una y otra vez, que todo esto sirve para seguir alimentando a gente ambiciosa y sin muchos escrúpulos, que viven del erario público pero sin corresponder –como funcionarios– con un desempeño saludable para el país.
A nivel doméstico, tan sólo en Guaymas, al interior de los partidos políticos que cayeron abatidos tras el huracán morenista, las pugnas están llegando a niveles vergonzosos, sin decoro y mucho menos respeto. Las rivalidades se polarizan y al final, lo que menos importa es el futuro de los partidos como tales, sino los beneficios personales de quienes convienen a su interior. Los intereses generales son punto menos que importante.
Movimiento Ciudadano es una muestra indiscutible del desborde de ambiciones. Sus nuevos dueños en Guaymas, Francisco “Pío” Ponce y Alán Jaramillo, le prometieron la fortuna del mundo a un incauto Manuel Aguilar Soto tras postularlo como candidato a alcalde.
Lo menos que le “garantizaron” fue una regiduría, y ahora que por derecho debería tocarle, ellos mismos proponen a Christian Suárez y Verónica Rodríguez para los cargos edilicios, gente sin nombre político en la región. Y lo peor es que a “Manuelito”, como ellos mismos lo bautizaron “cariñosamente”, lo más seguro es que lo dejarán “sin la jícara y sin la miel”.
El Partido Sonorense, que por novedoso debería ofrecer un perfil fresco y promisorio, también entra al juego pervertido de los intereses. Usaron la popularidad que Francisco Villaflor ha ganado por bloquear calles y pedir prórrogas para los recibos de CFE, y le están preparando la puñalada para dejarlo también fuera de la jugada.
Aunque no comulgo con las ideas del “Pancho”, sería un abuso que lo dejaran sin la quincena que cree segura.
En el PRI y en el PAN las cosas sigues como hasta ahora: hermetismo que conlleva a la especulación, y ahorita ya no se sabe si también ahí habrá movimientos turbios y mañosos que lleven a nombramientos inmerecidos, al final de cuentas, porque quienes toman las decisiones son los que desde Hermosillo lo controlan todo.
A nivel nacional, un Alejandro Moreno Cárdenas, alias “El Alito” que a pesar de las brutales felpas electorales, desaciertos políticos y duros cuestionamientos de los auténticos priístas, se auto empodera y se alía con la basura política del PRI para perpetuarse en la ¿dirigencia? tricolor, sin entender el grave riesgo de desaparición al que expone a “su” partido, al que llevó a la más ignominiosa participación electoral desde su misma fundación.
Diez por ciento de porcentaje en el recuento general de votos… ni los partidos minoritarios.
