
Morgan, el americano que salvó la Revolución cubana
En el documental ‘Comandante americano’, sale a la luz la vida de este revolucionario, cuya memoria fue sepultada por EU y Cuba por resultarles un testigo incómodo
Con solo 32 años de edad, el estadounidense William Morgan fue fusilado en La Habana el 11 de marzo de 1961, este personaje llegó a ser comandante de la Revolución cubana que derrocó al dictador Fulgencio Batista y llevó al poder a Fidel Castro, luego conspiraría contra él por acercarse al comunismo.
En el documental ‘Comandante americano’, Adriana Bosch, saca a la luz la vida de este revolucionario, cuya memoria fue sepultada por Estados Unidos y Cuba por resultarles un testigo incómodo.
Morgan nació en Ohio en una familia de clase media alta, pasó de niño rebelde a enrolarse en el Ejército de los Estados Unidos, tras ser enviado a Japón fue acusado de deserción y pasó tres años en una prisión federal. Al ser liberado, la falta de oportunidades lo lleva a acercarse a la mafia.
Posteriormente, trabajó en un circo lo que lo lleva a Miami, que entonces era un centro del exilio cubano donde se gesta la conspiración para derrocar la dictadura en la isla.
En 1955, tras relacionarse con los exiliados, empieza a suministrarles armas gracias a los vínculos que mantiene con la mafia, es entonces que “se enamora de la Revolución”, asegura la realizadora del documental.
Ya en 1957, se suma a los rebeldes que se localizan en las montañas del Escambray, en el centro de la isla. “Los guerrilleros eran campesinos, estudiantes y él, que estaba entrenado por el Ejército americano, les enseña a luchar”, indicó Bosch.
Al siguiente año, su grupo guerrillero gana terreno y Morgan se convierte en comandante, este ascenso se lo concede uno de los héroes de la Revolución, Eloy Gutiérrez Menoyo. Es entonces que se enamora de la guerrillera Olga Rodríguez, con quien se casó y tuvo dos hijas.
El 1 de enero de 1959 se consuma el triunfo revolucionario, la victoria pone en alerta a la mafia norteamericana pues teme perder el negocio de los casinos en La Habana, por lo que intenta contactar a Fidel, quien los rechaza.
La mafia y sus aliados contactan a Morgan y le ofrecen un millón de dólares por matar a Fidel Castro, sin embargo, el comandante americano le cuenta el plan al líder revolucionario.
Castro le dice que les siga el juego y por ello se entera de un golpe de Estado en el que participarían cubanos y militares de la República Dominicana, para ese momento Morgan ya era un espía.
John Edgar Hoover, quien era el director del FBI en esos años, estaba al tanto y de acuerdo con el plan de golpe de Estado, aunque desconfiaba del papel que mantenía Morgan en la historia.
Tras el fracaso de los golpistas en 1959, “el 15 de agosto Fidel revela todo y Morgan es la estrella, un héroe que ha salvado la revolución”, destacó la documentalista.
Es ahí cuando despojan a Morgan de la nacionalidad estadounidense, él se queda a vivir en Cuba y ocupa su tiempo en una granja para criar ranas para exportar ancas.
Con el tiempo, el comandante siente desafección por los pasos que daba Fidel Castro cuando se acerca a la Unión Soviética y cambia de trinchera. En junio de 1960, “Morgan es anticomunista, católico y americano y decide crear su propio ejército para tumbar a Fidel. Ahí se le va la cabeza”, añadió Bosch.
Su segunda revolución, en la que tenía como aliada a la CIA, se desactivada en poco tiempo.
William Morgan fue detenido y fusilado por conspirar contra Fidel Castro, su mujer estuvo encarcelada por diez años, luego se exilió en Estados Unidos, donde reside actualmente.
El comandante pasó a la historia como un infiltrado de la CIA, y aunque recobró la nacionalidad en 2007, no puede olvidarse que fue clave para lograr la Revolución cubana.
(Con información de El País)